Como usuario habitual de Amazon me he hecho esta pregunta a menudo. Tenemos la opción de comprar en Amazon USA o en Amazon UK pero el coste del envío equivale muchas veces al precio del producto mismo, y el catálogo de libros en español o en catalán es lógicamente muy pobre. Además, debido a las distintas restricciones al comercio internacional no podemos importar determinados productos a España desde el extranjero (por ejemplo, productos de electrónica desde Estados Unidos), lo cual hace que la posibilidad de un Amazon.es sea aún más atractiva.
He estado buscando en internet posibles explicaciones y no he encontrado demasiado material. Lo más destacado es un artículo de Daniel Rodríguez publicado hace un par de años en Libertad Digital en el que sugiere tres razones:
- El comercio electrónico en España no es muy popular (aunque está creciendo).
- El índice de lectura español (56.9% en 2007) es muy bajo comparado con la media europea (70%).
- La imposición legal del precio fijo en la venta de libros, que impide los descuentos que Amazon practica en otros países (y parece haber tenido una influencia en la concertación vertical y el inmobilismo en el sector editorial español).
Yo añadiría otra razón, teniendo en cuenta que en Amazon no solo se venden libros y su negocio es dependiente del gasto per cápita en productos de ocio diversos (desde electrónica a ropa pasando por mobiliario, jardinería etc.): España no es tan próspera como otros países con Amazon propio, y no está claro que un Amazon.es fuera a integrar Latinoamérica, económicamente más atrasada que España (menos gasto per cápita en ocio) y problemática desde un punto de vista logístico (distancia y gastos de envío etc.). Daniel apunta la posibilidad de establecer centros de distribución en Latinoamérica, no solo en España, pero me surge la pregunta de por qué no han cubierto entonces el mercado latino desde Amazon.com (sobre todo teniendo en cuenta el tamaño del mercado hispano en Estados Unidos). Quizás algún lector más entendido pueda arrojar un poco de luz sobre este tema.
Daniel da especial importancia a la razón 3, pero es discutible que ésta sea la más relevante teniendo en cuenta que otros países donde Amazon sí opera (Alemania o Francia, por ejemplo) también tienen el precio del libro fijado por ley. No obstante, sí es el obstáculo más artificial, pues a diferencia de los hábitos sociales se trata de una restricción creada por el Gobierno que puede derogarse con la misma rapidez con la que se aprobó.
Para algunos la existencia del precio fijo en países como Alemania o Francia, donde sí existe Amazon, prueba que el control de precios no explica la ausencia de Amazon.es. Pero éste es un mal razonamiento, pues no tiene en cuenta el efecto que un determinado factor puede tener en el margen. Si en Alemania 1 y 2 no son aplicables (el comercio electrónico es popular y el índice de lectura es superior), sumado a mi punto 4 y al hecho de que el tamaño del mercado es casi el doble que el español (si no contamos Latinoamérica), es plausible que el precio fijo por sí solo no tenga una contribución tan negativa como para hacer inviable el negocio. En España, no obstante, teniendo en cuenta que las características del mercado no son de por sí tan favorables al establecimiento de Amazon.es, un precio fijo puede marcar la diferencia y ser la gota que colma el vaso.
De lo que no cabe duda es de que si Amazon.es finalmente se establece en España (hay rumores de que podría desembarcar en 2009) lo hará a pesar del precio fijo. No en vano la Comisión Nacional de la Competencia, en un estudio sobre el precio único, señalaba el efecto negativo que esta regulación tiene sobre la modernización del tejido comercial librero.
Como bien explica Daniel, el precio fijo es una regulación en beneficio del lobby editorial y los primeros perjudicados somos los consumidores. Pero sus proponentes, incapaces de revelar abiertamente sus motivaciones, quieren hacernos creer que la regulación en realidad nos beneficia, apelando al presunto mejor servicio que proporcionan los pequeños libreros y otros argumentos de tipo cultural que, como muestra el informe de la Comisión Nacional de la Competencia, no se sostienen por ningún lado.
Nota: al final he dejado para otra ocasión The Price of Everything
, The Logic of Life
y Against Intellectual Monopoly
, y he añadido a mi lista dos títulos: Anthem
y The Examined Life: Philosophical Meditations
(después de Anarchy, State, And Utopia
me he quedado con ganas de más Nozick).