Varios compañeros de Red Liberal están promoviendo el boicot a las Olimpiadas chinas en el blog Olímpico Desprecio. Los argumentos en defensa del boicot son poderosos, y me parecen en general válidos. Pero pienso que hay otros argumentos que ponen en tela de juicio la idoneidad del boicot y que no creo que sean tenidos suficientemente en cuenta.
El caso a favor del boicot es simple: el régimen chino (aunque haya hecho progresos en el terreno económico) es una dictadura unipartidista que viola los derechos humanos de forma sistemática, en particular en el ámbito de los derechos civiles y la libertad de expresión. Las Olimpiadas, en tanto evento patrocinado por y para el Estado, permite al Gobierno cultivar una buena imagen y obtener el reconocimiento de los Estados, los medios y la opinión pública internacional. Este reconocimiento puede ser inversamente proporcional a la presión que recibirá en adelante para implementar mejoras en materia de derechos humanos.
Ahora mis dudas:
En primer lugar, la idea del boicot presupone que los boicoteados interpretarán correctamente la motivación y el objeto de los boicoteadores. Para que el boicot tenga el efecto deseado, el Gobierno chino y la población que lo apoya debe interpretar que la razón del boicot es su escaso respeto por los derechos humanos, y que el objetivo último es la democratización y el respeto de esos derechos. Pero los chinos ven con optimismo el rumbo de su país y en general tienen una buena impresión del Gobierno. Para la mayoría de chinos las Olimpiadas no son una mera herramienta propagandística del Estado, son los Juegos Olímpicos de la nación, un evento deportivo que viene a simbolizar el progreso del país y que es motivo de orgullo para su población. En este contexto, es posible que un boicot (si fuera masivo y exitoso) hiriera su orgullo y fuera interpretado como una afrenta contra el pueblo chino, no contra el Estado chino. Al fin y al cabo, aparte de los liberales, poca gente sabe trazar una frontera clara entre Estado y nación. El sentimiento anti-occidental crecería (ya existe en cierta medida, y el nacionalismo chino está extendido), las críticas de Occidente al régimen chino serían acogidas con más hostilidad y escepticismo. Al mismo tiempo el régimen podría jugar la carta del victimismo y de la amenaza externa para desviar miradas y continuar con sus políticas represivas.
Ésta es mi duda principal. Aunque las intenciones del boicot sean nobles, en la práctica su señalización es problemática y choca con sentimientos y valores que contribuyen a suscitar reacciones adversas.
Después de todo, si el boicot es contra la represión del Estado chino y el pueblo chino es el que la padece, ¿por qué no son los propios chinos los que llevan a cabo este boicot? ¿Por qué la inmensa mayoría de chinos está estos días de celebración y no de manifestación? Yo creo que esto es ilustrativo de lo que decía arriba: para los chinos las Olimpiadas no son política sino deporte, no es propaganda del régimen sino celebración del auge del país y su nuevo status en la escena internacional. Por eso es posible que un boicot contra los Juegos Olímpicos no fuera bien aceptado y pudiera tener consecuencias contra-producentes en el medio y largo plazo.
En segundo lugar, digamos que hay dos formas de incentivar a alguien para que haga algo bien (partiendo de una situación en la que lo hace muy mal): castigarle cuando lo hace muy mal y seguir castigándole cuando lo hace mejor pero todavía no lo hace bien, para que finalmente lo haga bien; o bien castigarle cuando lo hace muy mal y premiarle cuando mejora, para que no se desmotive y siga mejorando. En ambos casos existe la posibilidad de que el método no funcione: si solo te sirves del castigo el afectado puede acabar rebelándose o desistiendo por sentirse alienado porque no se siente recompensado por sus esfuerzos; premiarle antes de llegar al final puede actuar como un incentivo para continuar igual.
China ha progresado, las Olimpiadas son el premio, el boicot (exitoso) es el castigo. Es posible que el castigo funcione mejor que el premio, pero no me parece algo evidente. También es posible que el premio incentive un mejor comportamiento.