Los residentes extranjeros en Estados Unidos representan un 12.5% de la población, pero el 40% de los fundadores de empresas tecnológicas y el 52% de los fundadores de compañías de Silicon Valley son inmigrantes. Los inmigrantes que crean compañías generan trabajo y riqueza, pero no hay una política encaminada aprovecharse de la creatividad empresarial de los inmigrantes recién graduados. Cuando un extranjero se gradua en una universidad de ciencia o ingeniería el Estado lo hace regresar a su país de origen por expirar el visado de estudiante. Los inversores Paul Kedrosky y Brad Feld defienden en el Wall Street Journal las "start-up visas" para los extranjeros que quieran iniciar un negocio:
One good idea to make this process easier is to create a new visa for entrepreneurs, something that is increasingly being called by venture capitalists, entrepreneurs, and angel investors a "start-up visa." It might work like this: If immigrant entrepreneurs want to start a company in the U.S. and are able to raise a moderate amount of money (perhaps as little as $125,000) from an accredited U.S.-based venture capital firm or qualified U.S.-based angel investors, we should let them start a company here. It could be a couple of founders with an idea—that's it. We would give visas to the founders and welcome them in to our country.
(HT: PSD Blog)