A propósisto de mi entrada sobre la sanidad cubana algunos comentaristas en meneame han defendido la validez de las estadísticas de la ONU en relación con la baja mortalidad infantil que registra el país. Michael Moore, entrevistado por John Stossel, también alude a los datos de la ONU (y de la CIA) con aprobación. Supongo que entonces no tendrán ningún problema en reconocer la validez de los datos de la ONU sobre distintos indicadores sociales y de bienestar de la Cuba pre-1959 (bajo el régimen moderadamente autoritario y capitalista de Fulgencio Batista), que contrastan de forma muy favorable con los de la Cuba comunista. Los datos correspondientes a la Cuba castrista son de hace unos años, así que no están completamente actualizados. Pero aún así resultan ilustrativos.
Según el Statistical Yearbook de las Naciones Unidas de 1960, la Cuba pre-revolucionaria era el tercer país latinoamericano en consumo de calorías diarias per cápita de 11 estudiados (teniendo en cuenta, además, que la ONU solo disponía de datos de 1948-1949 para Cuba, una década antes del período al que corresponden los datos de los otros países). En 1995, según la FAO, Cuba era el peor de los 11 países latinoamericanos de la misma serie, con un suministro de comida más precario que Honduras. La FAO calculó que para el período 1999-2001 un 11% de la población estaba desnutrida.
El ratio de crecimiento de la energía eléctrica en Cuba es el más bajo del hemisferio junto con el de Haití, y el número de líneas telefónicas por habitante a finales de los 90 permanecía estancado en los niveles de 1958. De los 25 mayores productores de azúcar del mundo, Cuba es el único cuya producción en 1997 fue inferior a la de 1958. También es el único país de Latinoamérica cuya producción de arroz fue a finales de los 90 inferior a la de 1958, cuando era el cuarto país productor. En 1996 su producción de leche era solo un 11% superior a la de 1958, de lejos el progreso más precario de Latinoamérica y el Caribe.
Cuba es el único país de Latinoamérica con menos coches por habitante que hace medio siglo. En los años 50 los cubanos tenían más coches per cápita que los japoneses, los griegos o los españoles. En Latinoamérica solo Venezuela estaba por delante de Cuba. Hoy muy pocos cubanos pueden comprarse un coche de segunda mano y el parque automovilístico apenas se renueva (a lo sumo se "restaura").
De acuerdo con datos de la ONU la renta per cápita cubana era la quinta más alta de Latinoamérica en 1958, sólo por debajo de la de Venezuela, Argentina, Uruguay y Chile. Según el 2005 World Factbook de la CIA la renta per cápita cubana en 2003 fue de 3000 dólares, lo que sitúa a Cuba en la cola de Latinoamérica, solo por delante de países como Honduras, Bolivia, Nicaragua y Haití.
Para los 20 países de la región de los que hay datos del FMI comparables, Cuba es el que registra el crecimiento más bajo de la exportaciones, solo por delante de Haití (período 1964-1997). Cuba y México, por ejemplo, tenían un volumen similar de exportaciones en 1958 (a pesar de tener México una población mucho mayor). Cuatro décadas después las exportaciones de México se han multiplicado por 130, mientras que las de Cuba solamente se han doblado.
La Cuba pre-revolucionaria recibía un influjo masivo de inversión extranjera, sobre todo americana, siendo ésta una fuente importante de trabajo para los cubanos y una de las causas del aumento de la productividad, la prosperidad y la modernización de la isla. El valor de la inversión directa de Estados Unidos en Cuba era mayor que su inversión directa en México, Argentina o Chile, y solo el Reino Unido recibía en Europa más inversión directa estadounidense que Cuba (Alemania y Francia recibían menos). La inversión estadounidense no se circunscribía a las materias primas como el azúcar. Según cifras oficiales, el 41% de la inversión se concentraba en "utilities" (electricidad, agua etc.). También había inversiones en manufactura, petróleo, químicas y farmacéuticas, y comida. En la década de 1950 la inversión estadounidense en sectores distintos al azúcar se dobló.
Antes de 1950 había en Cuba 58 periódicos, 28 estaciones de televisión y 160 estaciones de radio, que ofrecían una diversidad de visiones políticas. A pesar de su pequeño tamaño, Cuba tenía un mercado de comunicaciones muy dinámico. Contaba con más periódicos que casi todos sus vecinos, más estaciones de televisión que cualquier otro país latinoamericano (por delante de países mucho mayores como México), y más estaciones de radio que Austria, el Reino Unido o Francia (todo según el Stadisticial Yearbook de Naciones Unidas).
Hoy el Estado cubano opera los dos principales periódicos nacionales, los cuatro canales de televisión y todas las estaciones de radio.
Podéis consultar estos datos (y las fuentes originales) en el siguiente trabajo:
Enlazo también el documental de Telemadrid "50 años de revolución cubana": primera parte, segunda parte. (HT: Liberalismo Online)