Gordon Brown utilizó este eslogan en un discurso en 2007. Que luego se lo apropiara el British National Party, el partido ultra-nacionalista británico, no ha llevado a Brown a plantearse que a lo mejor el eslogan era desafortunado. De hecho la respuesta laborista ha sido que Brown lo utilizó primero, como si fuera una virtud ser el primero en decir una sandez. Los pasados días cientos de trabajadores británicos en huelga han coreado el mismo eslogan como protesta por la contratación de trabajadores extranjeros en lugar de ingleses.
El Daily Telegraph y el Times londinense han criticado en sendos editoriales el mensaje proteccionista que se desprende de estas receintes huelgas y protestas. Brown ha alertado sobre los perjuicios del proteccionismo, pero ya sabemos lo que hacen los políticos cuando la presión acecha.
Del editorial del Times:
British workers who are unable to find jobs in a severe downturn have understandable reason for frustration; but it is economically illiterate to suppose that domestic living standards and employment are damaged by the free movement of labour.
Economists refer to the “lump of labour fallacy”. This is the notion that there is a fixed amount of work to be done in the world, so that if jobs are taken by foreign workers then domestic workers will lose out. A similar grievously mistaken notion was advanced, and refuted, when women entered the labour force in large numbers for the first time.